sábado, 27 de octubre de 2012
Los detalles marcan la diferencia, y para ser diferente nada mejor que lo que os mostraré. Es una de mis "recicladas" favoritas:
Su nivel de dificultad para realizarlo
es bajísimo y además no se necesita nada más que:
-Tijeras.
-Tetra brick.
-Cinta aislante.
-Grapadora y grapas.
1. Elegimos un tetra brick
cualquiera. En mi caso tengo compinchados a mis compañeros de
trabajo para que los guarden en un saco, cuando hay unos cuantos me
los llevo para casa.
Lo primero que les hago es enjuagarlos
bien con agua y jabón varias veces.
2. Cortamos la base (o “culo”).
En este paso es importante tener un paño o hacerlo en la pica pues
por seco que esté soltará líquido. En el extremo opuesto cortamos
la unión que queda justo encima del tapón de plástico como se
muestra en la foto. Cortamos lo justo para que se abra el tetra
brick
3. Aplanamos el envase tal y como se ve en la foto. Apretamos bien con los dedos en las esquinas para que queden bien marcadas.
4. Nos tiene que quedar más o menos un hexágono así.
5. Doblamos por la mitad el "cuerpo" del tetra brick, de tal manera que el monedero empieza a coger forma.
6. Presionamos bien de nuevo para que el carón coja la forma. En este punto si quitamos el tapón y presionamos la solapa sobre la rosca nos quedará la marca de por donde cortar y hacer el cierre.
Lo bueno de esta manualidad es que hay infinidad de envases con diferentes dibujos y cada monedero resulta original. Además la gente flipa cuando vas a pagar a la tienda y el monedero va con un tapón.
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